El Gobierno de Castilla-La Mancha ha incrementado la flota de vehículos de los distritos de Salud Pública de la provincia de Ciudad Real, con la adquisición de cinco nuevos automóviles, y ha dotado sus instalaciones con nuevo equipamiento informático.

Con esta dotación, la Consejería de Sanidad pone a disposición de los servicios oficiales de Salud Pública herramientas de trabajo y acceso a nuevas tecnologías que pretenden facilitar su trabajo y, con ello, mejorar el servicio que prestan a los ciudadanos.

En concreto, los cinco últimos vehículos adquiridos por el Gobierno regional se han distribuido en las zonas básicas de salud de Daimiel (dos automóviles), Villahermosa, La Solana y Retuerta del Bullaque; y se suman a los 63 que formaban parte de la flota del Área de Salud Pública en la provincia de Ciudad Real. La distribución se realiza en función del número de inspectores y dispersión geográfica del Distrito.

En lo que respecta a las nuevas tecnologías, la Dirección General de Salud Pública destinará nuevos equipos informáticos (en concreto, once ordenadores, un portátil y un cañón) que vienen a sumarse a los 77, ya disponibles en los diferentes distritos de la provincia. Los distritos de Salud Pública están constituidos por equipos multidisciplinares, integrados por veterinarios, farmacéuticos y auxiliares administrativos.

En la provincia de Ciudad Real hay seis distritos y dos jefaturas de equipos de Matadero en los que trabaja un total de 86 profesionales.

Los servicios oficiales de Salud Pública destinados en los distritos son los encargados de desarrollar las competencias que la Dirección General de Salud Pública y Participación tiene en materia de higiene alimentaria y sanidad ambiental.

funciones. Entre estas competencias se encuentran las de llevar a cabo la vigilancia y control sanitario de las industrias y establecimientos alimentarios, comedores colectivos; inspección de carnes en mataderos, salas de tratamiento de caza y de reses de lidia; control de alimentos en almacenamiento, distribución y venta (tanto de origen animal como vegetal); y protección de la salud pública frente a zoonosis y alertas alimentarias. En el ámbito de la sanidad ambiental, los servicios de Salud Pública llevan a cabo una tarea de vigilancia sanitaria de los abastecimientos de agua de consumo humano, aguas de recreo (piscinas y puntos de baño); prevención de la legionelosis (control y seguimiento de equipos de riesgo); control de establecimientos y servicios de plaguicidas de uso ambiental y alimentario; y educación sanitaria.

Fuente de la noticia: La Tribuna Digital